Pastoral Social - Derechos Humanos Diócesis de Santiago del Estero

Jesús es la razón de nuestro pueblo, y creemos que Él acompaña la historia hacia una más plena dignificación de los hombres y mujeres y conquista de nuestros derechos. Como pastores venimos acompañando desde hace años los procesos de una más fraternal organización en la defensa de la hermana madre tierras y de los modo de vida campesino e indígena en nuestra Provincia.
Desde este espíritu, y habiendo aprendido mucho de ustedes, queremos manifestar nuestro parecer con respecto a este momento histórico que vive el Movimiento Campesino:
 Nos alegra y vemos con mucha esperanza la unidad del Movimiento Campesino. Lo veníamos sugiriendo y apostamos por esta unidad desde hace muchos años.
 Creemos que esta unidad será siempre más plena si optamos por generar procesos de comunión y participación y no solo por ocupar espacios o cargos. ( Cfr. Papa Francisco. II
Encuentro Mundial de Movimientos Populares; 2015, Bolivia ). Estos procesos requieren de generosidad y audacia, y también de renunciamientos, a veces hasta de legítimos intereses, para que triunfe la comunión en la diversidad.
 Las opciones político-partidarias son legítimas, y son herramientas muy importantes que deben ser dialogadas y discernidas, con una gran capacidad de escucha, desde las
comunidades campesinas e indígenas, con libertad y respeto. Cuanto más desde las bases se haga este sabio discernimiento, mucho más de Dios serán las decisiones que se
tomarán.
 Los campesinos y campesinas tienen derecho a elegir a sus hermanos y hermanas para cargos electivos, y el deber de acompañarlos para que sus voces no sean silenciadas en el bullicio de otras voces que proclamen otros intereses, contrarios a las demandas genuinas de nuestro sector.
 Sus representantes han de trabajar promoviendo políticas de Estado que promuevan y defiendan los derechos fundamentales de nuestro pueblo campesino e indígena. Sus elegidos y representantes han de servidores de sus intereses y demandas, antes que aliados de espacios políticos con los cuales puedan construir alianzas partidarias. De allí
que permanentemente han de dar cuenta de sus opciones, decisiones, actitudes y acciones.
 Con el Papa Francisco creemos que la unidad es superior al conflicto. Por ello los invitamos a madurar la comunión en las diferencias. Ustedes nos han testimoniado que tienen la sabiduría de los pobres de Yavé, porque fueron capaces de superar los conflictos desde las causas más profundas y desde el sueño de Dios de una Tierra para todos, no concentrada en injustos latifundios. Los alentamos a la construcción de una unidad programática desde las banderas que en tantas Asambleas campesinas indígenas supieron levantar: reconocimiento efectivo de los derechos comunitarios sobre nuestros territorios desde nuestra fe que nos dice que la Tierra es de Dios y nosotros somos sus cuidadores, no sus dueños o mercaderes; acceso a la justicia y a otros derechos fundamentales como la salud; a una educación liberada de toda práctica colonizadora, esto es respetuosa de nuestra cultura; el derecho a la organización emancipada de personalismos autoritarios, formadora de liderazgos democráticos; el derecho a la soberanía alimentaria frente a modelos extractivistas y agroexportadores.
 Como Iglesia diocesana en Santiago del Estero, queremos seguir acompañando estos procesos alentándolos a una cada vez más genuina unidad. Pedimos a los dirigentes que
tengan gestos generosos y audaces para acompañar los anhelos de vida que las comunidades manifiestan.
El Señor de Mailín y la Virgen de Sumampa los bendigan.
       Santiago del Estero, 10 de noviembre de 2019.-
       P. Sergio Lamberti      P. Sergio Rafaelli         P. Rubén Lassaga